En los dos primeros septenios y parte del tercero (hasta alrededor de los 15 años), el ser humano reconstruye la evolución que la humanidad entera fue realizando a través de las diferentes etapas históricas, es decir, que conquista paulatinamente el nivel de conciencia adquirido por la humanidad.
Basada en el conocimiento de las características evolutivas, la acción pedagógica habrá de promover, facilitar y maximizar el aprendizaje y dará respuesta a esos intereses, preguntas latentes y necesidades concretas. Al responder a la expectativa yacente en el educando el aprendizaje adquiere carácter significativo.
La educación así entendida trasciende la mera trasmisión de conocimientos y se convierte en sustento del desarrollo integral del educando y cuida que todo el quehacer tienda a la formación de su voluntad y al cultivo de su sensibilidad y su intelecto.